La Gestión Tecnológica representa hoy en día una herramienta básica para el
logro de una gerencia eficiente en organizaciones
productivas. Su importancia radica en todos y cada uno de los procesos que una organización sólo puede llevar a cabo
con eficiencia si cuenta con una apropiada base tecnológica, personal
calificado en ciencia, tecnología, investigación y
desarrollo, técnicas y métodos eficaces de adquisición,
transferencia, comercialización y asimilación de
tecnologías; todo lo cual es sumamente necesario para aumentar la productividad
del negocio y por ende su rentabilidad.
En este sentido, las
pequeñas, medianas y grandes empresas en los países del
mundo industrializado han demostrado poseer un gran potencial y muestran
evidencias reales, tanto de la generación de procesos innovadores, como de la
creación, comercialización y transferencia continua de
tecnología. Por su parte, según estudios realizados por Paredes (1996), los
países en vías de desarrollo,
Venezuela específicamente, presenta una creciente manifestación de iniciativas para la innovación tecnológica en pequeñas y medianas empresas, aunque ello no evidencie
necesariamente la existencia de adecuados instrumentos de política industrial que favorezcan la viabilidad de la actividad innovadora.
Cabe destacar que el
surgimiento de estos adelantos y logros significativos en cuanto a innovación en Venezuela,
obedece a la formulación de una serie de
lineamientos dirigidos a fortalecer la investigación y el
desarrollo en las universidades, como principal fuente de conocimientos e iniciativas científicas y tecnológicas;
sin embargo, se evidencia la existencia de grandes
debilidades en muchos aspectos esenciales relacionados
con el establecimiento de
mecanismos y modalidades de vinculación eficientes
dirigidos a garantizar la pertinencia del producto científico tecnológico delas universidades y las necesidades
y requerimientos del entorno empresarial y social.
Todo lo mencionado anteriormente,
refleja la necesidad de atribuir una verdadera
importancia a la creación de instrumentos de política que estimulen la actividad innovadora en el país y el ejercicio de la gestión tecnológica, teniendo como base la vinculación
del entorno empresarial con las capacidades de oferta tecnológica delas
universidades; no solo para el logro de
una alta productividad y rentabilidad sino también para la generación del
máximo beneficio social posible.
En la medida que las organizaciones
lleven a cabo una G.T. eficiente apoyada en políticas
gubernamentales apropiadas y bien formuladas, y en la
base de la cooperación con el
sector universitario del país, será posible satisfacer en
mayor proporción y a través de la más eficiente
actividad innovadora, las nuevas necesidades y
exigencias del entorno social, político, cultural y económico nacional e
internacional.
Dentro de este
orden de ideas, se considera necesario realizar un
análisis exhaustivo del desarrollo de la Gestión
Tecnológica en las pequeñas y medianas empresas en el ámbito de la vinculación
universidad – empresa, tomando como base la siguiente premisa:
“La poca importancia dada al
desarrollo de la Gestión Tecnológica en
las organizaciones productivas, habrá contribuido y de
hecho contribuye a minimizar la eficiencia de sus
desempeños de productividad y rentabilidad. Siendo así,
se hace necesario e imprescindible comenzar a introducir y desarrollar dicha
práctica, enmarcada en la concepción del mercadeo, la
transferencia tecnológica, el desarrollo tecnológico y
la vinculación con el sector universitario, con fines de beneficio económico y social.
ORGANIZACIÓN INNOVADORA
Lo "innovador" en las empresas no es
que estas sean nuevas y chicas. La innovación consiste en haberse dado cuenta
de que la producción de las piezas debe ser diferente y separada; que su demanda se ha hecho tan grande como para crear un
"nicho de mercado" y que la tecnología, especialmente la aplicación
del concepto
Computer Integrated Manufacture o
CIM, que hace posible la conversión de un proceso "artesanal" en un
proceso "automatizado".
Las empresas innovadoras crean algo nuevo,
diferente; cambian o transmutan los valores. La característica de "innovadora" no
se aplica solamente a las instituciones económicas. En opinión de Peter Drucker, no
podría encontrarse un mejor ejemplo para la Historia de las empresas innovadoras que la creación
y desarrollo de las universidades
modernas (DRUCKER, 1989).
Otro ejemplo innovador se obtiene en el llamado éxito japonés que se
basa sustantivamente en la innovación social, en el desarrollo de instituciones
como las escuelas, las universidades, los servicios públicos, los bancos y las relaciones laborales. Estas instituciones requerían de
raíces culturales férreas para su crecimiento y prosperidad. A diferencia de la
innovación social, las innovaciones de naturaleza tecnológica se podían importar hacia el Japón, a bajo costo y con un mínimo riesgo cultural. De esta forma, los japoneses
toman la decisión de concentrar sus recursos en las innovaciones sociales, en
imitar, importar, y adaptar las innovaciones técnicas y el éxito actual ha sido sorprendente. Aunque esta alternativa
de desarrollo y su éxito han colocado a la sociedad japonesa en la frontera existente entre los valores tradicionales y los modernos. El milagro japonés tiene un alto
costo social, que provoca en última instancia el trastrocamiento de valores.
El dinamismo de las innovaciones y los cambios de producto de las
empresas japonesas, tiene que ver con la gran familiaridad hacia el cambio que
tienen todos los miembros de la sociedad japonesa, ya que lo viven, practican y
exigen. El continuo mejoramiento en el lugar de trabajo, un proceso conocido
como kaizen,
es característico de las compañías japonesas. Los trabajadores están
ampliamente ubicados dentro de este proceso, a través de sus sugerencias. Las
mejoras sugeridas por los trabajadores ayudan a la moral de la compañía, construyendo un gran espíritu de cuerpo y de
esta forma contribuyen al éxito financiero y al incremento en la eficiencia
productiva.
Con todas estas ideas, se hace evidente la importancia de la
innovación en el área organizacional. Por ello, es necesario precisar su
connotación a fin de estar en posibilidad de operacionalizar esta definición y
su reflejo en el administrador moderno.
ESTRATEGIA Y GESTIÓN DE TECNOLOGÍA
La Estrategia Tecnológica es el
proceso de adopción y ejecución de decisiones sobre las políticas, estrategias,
planes y acciones relacionadas con la creación, difusión y uso de la
tecnología. Una Estrategia de Tecnología considera los cambios por los cuales
atraviesa una organización tanto interna como externa junto con las
oportunidades potenciales disponibles a esta. Las oportunidades de Tecnología
pueden incluir formas de usar la tecnología para ganar una ventaja competitiva,
para reducir costos, aumentar ingresos. Las oportunidades de Tecnología se
sopesan contra las fortalezas y debilidades del entorno de Tecnología actual
tanto tecnológico como organizacional para establecer la estrategia de
Tecnología que se adoptará.
Una Estrategia de Tecnología despliega
las directrices generales que se seguirán, la arquitectura de Tecnología
necesaria para alcanzar la estrategia y los proyectos específicos para
implementar la arquitectura y las oportunidades de Tecnología. La estrategia
también presenta el grado de cambio requerido en la organización de Tecnología
visión de Tecnología, estilo, estructura, capacidades y competencias del
recurso humano, habilidades, procesos que serán necesarios para lograr la
estrategia.
¿Por qué debe una empresa
acometer el desarrollo de una Estrategia de Tecnología? Las razones incluyen:
- Nuevo Liderazgo - Un nuevo Presidente,
Vicepresidente Financiero o Vicepresidente de Información desea contar con
un mapa del camino a seguir.
- Brecha de Desempeño- Se reconoce, generalmente
por parte de la Dirección del negocio, que el desempeño de la Tecnología
requiere mejoramiento.
- Cambio Tecnológico- La empresa requiere de una
nueva arquitectura para acomodar el crecimiento de nuevas tecnologías.
- Cambio Organizacional- La función de Tecnología
requiere un cambio debido a una reorganización, una fusión o una
reducción.
APORTES DE LA GESTIÓN TECNOLÓGICA A LAS VENTAJAS PRODUCTIVAS Y COMPETITIVAS.
La
competitividad de una empresa depende fundamentalmente de la productividad con
que gerencia sus recursos tecnológicos, materiales y financieros, como también
de la eficiencia de sus procesos (es decir su nivel de calidad, su velocidad de
producción y su flexibilidad o adaptabilidad a los cambios del entorno). Por
estas razones se determina que el uso eficiente de la tecnología la convierte
en una ventaja competitiva de la empresa, siempre y cuando el talento humano la
sepa asimilar y utilizar.
La
experiencia internacional reciente muestra la necesidad de renovar estrategias,
políticas y mecanismos de desarrollo tecnológico, ajustándolos a las exigencias
de una economía de mercado abierta y creciente propulsada por el sector
privado, donde la educación, la ciencia y la tecnología sean motores de la
competitividad internacional y el desarrollo sostenible.
Pero
la tecnología por sí sola no se desarrolla ni se aprovecha, se hace necesario
planificarla, identificando y evaluando las oportunidades y amenazas, tal como
se diseñan los planes estratégicos de las empresas. Cuando lo anterior no se
realiza, las consecuencias suelen ser muy graves. El impacto de la tecnología
va mas allá de las empresas, aunque algunas parezcan ser insensibles a ella en
términos de mercados y productos. Las empresas exitosas en el ámbito
internacional son aquellas que aprovechan la tecnología apropiadamente, mediante
el desarrollo de una estrategia tecnológica articulada con la estrategia
integral de la empresa.
Las
empresas que no tienen en cuenta la importancia de la gestión tecnológica como
ventaja competitiva se estancan y pierden valor ante los retos del mercado
global. La adquisición de tecnología para el negocio de la empresa no se puede
improvisar, esta debe responder a necesidades específicas, capacidad de
adaptación y asimilación, puesto que es muy costoso mantener capacidad
instalada inoperante.
La
capacitación del talento humano para utilizar eficientemente la tecnología es
un elemento clave para el éxito del proceso tecnológico en beneficio de la
empresa. La alta gerencia de las empresas aprueban inversiones en
"tecnología", sin tener en cuenta que deben estar acompañadas con
inversiones no menos importantes en el proceso de asimilación de la misma. Esto
significa que se deben crear las condiciones y el ambiente propicio para que
los empleados conozcan, aprendan y entiendan su utilización de una manera más
productiva. Cuando no se da la suficiente atención a este asunto, es decir,
cuando se pasa por alto que se trata de un proceso de transferencia de
conocimiento, la tecnología adquirida (equipos, software etc.) es subutilizada
o mal utilizado y la productividad de la empresa no mejora y en algunos casos,
hasta empeora.
La
competitividad de una empresa es el resultado de una adecuada combinación de
elementos fundamentales y característicos de cada organización en los que se
integran la estrategia global de la empresa con la estrategia tecnológica. El concepto de gestión tecnológica está
insertado dentro de todos los procesos de la empresa, si se utiliza
correctamente se reflejará en la ganancia de competitividad en el negocio
frente a la competencia.
CAPACIDADES Y COMPETENCIAS TECNOLÓGICAS
La
valoración de las capacidades y competencias tecnológicas (CCT) es una
herramienta usada frecuentemente por sociedades en proceso de
industrialización, ofrece variables de gestión apropiadas para impulsar el
desarrollo tecnológico. Sin embargo, su aplicación requiere adaptación, que
incluye la definición de las competencias tecnológicas más apropiadas para las
condiciones de desarrollo en cada región, hasta el establecimiento de
requisitos para capacidades complejas.
La
competitividad no es producto de una casualidad ni surge espontáneamente; se crea y se logra a través de
un largo proceso de aprendizaje y negociación por grupos colectivos
representativos que configuran la dinámica de conducta organizativa, como los accionistas, directivos, empleados, acreedores, clientes, por
la competencia y el mercado, y por último, el gobierno y la sociedad en general.
Una
organización, cualquiera que sea la actividad que realiza, si desea mantener un
nivel adecuado de competitividad a largo plazo, debe utilizar antes o después,
unos procedimientos de análisis y decisiones formales, encuadrados en el marco del proceso de "planificación estratégica". La función de
dicho proceso es sistematizar y coordinar todos los esfuerzos de las unidades
que integran la organización
encaminados a maximizar la eficiencia global.
Para
explicar mejor dicha eficiencia, consideremos los niveles de competitividad, la
competitividad interna y la competitividad externa. La competitividad interna
se refiere a la capacidad de organización para lograr el máximo rendimiento de
los recursos disponibles, como personal, capital, materiales, ideas, y los procesos de transformación. Al hablar de la competitividad interna nos viene la
idea de que la empresa ha de
competir contra sí misma, con expresión de su continuo esfuerzo de superación.
La
competitividad externa está orientada a la elaboración de los logros de la
organización en el contexto del mercado, o el sector a que pertenece. Como el sistema de
referencia o modelo es ajeno a la empresa, ésta debe considerar variables exógenas, como el grado de innovación, el dinamismo de la industria, la estabilidad económica, para estimar su competitividad a largo plazo.
La empresa, una vez ha alcanzado un nivel de competitividad externa, deberá
disponerse a mantener su competitividad futura, basado en generar nuevas ideas
y productos y de buscar nuevas oportunidades de mercado.
Una competencia
tecnológica es el resultado obtenido de la integración de tres elementos
definidos y controlados por la empresa: el reto estratégico, los recursos
tecnológicos y las capacidades dinámicas.
El reto estratégico
pone de manifiesto lo que quiere ser y la propia razón de ser de la empresa.
Dicho reto se sustenta en el pensamiento
estratégico definido por los dirigentes de la empresa y recoge el propósito a
alcanzar por la organización en un horizonte temporal concreto.
Traduce, por tanto, el cómo y en qué condiciones la empresa piensa competir. En
materia de innovación,
el reto residirá, por ejemplo, en querer ser pionero o seguidor. El pionero
pretenderá mejorar su posicionamiento
y su imagen, podrá patentar su nuevo producto
y así protegerse de los competidores, procurará fijar el precio
(si se trata de una innovación radical no existirá un precio de referencia y el
precio de mercado se aproximará a un teórico precio de monopolio)
y pensará en establecer el estándar para crear una dependencia para los
clientes.
En cambio, la empresa que opte por ser
seguidora deseará asumir menores riesgos
(conoce la reacción del mercado) y soportar menores costes (se ahorrará la fase
de investigación -imitación a bajo coste-, no tendrá que educar a los
clientes). La dotación en recursos tangibles e
intangibles revela lo que está en condición de ser y hacer la empresa. Los
recursos tecnológicos de una empresa incluyen los conocimientos de las
personas, las patentes, los procesos y los sistemas de
información, entre otros.
En cuanto a las capacidades dinámicas, éstas traducen lo que es capaz de
ser y hacer la empresa en función
de la experiencia y de las habilidades, destrezas, creatividad y talento que
desplegará la empresa a la hora de utilizar sus recursos. Las capacidades
tecnológicas intentarán, por una parte, valorizar los recursos disponibles y,
por otra, desarrollar un modelo
de aprendizaje
organizacional que consiga reforzar la estructura cognitiva de la empresa.
Las capacidades dinámicas constituyen
el elemento más estratégico de las competencias porque es lo más difícil de
imitar por parte de los competidores ya que surgen de la idiosincrasia de la
organización. Pero es condición sine qua non que estas capacidades se vayan
renovando constantemente de acuerdo a lo que vaya aprendiendo y desaprendiendo
la organización.
Una vez analizada la composición de
una competencia, podemos decir que la misma traduce un dominio tecnológico por
parte de la empresa y eso implica el saber concebir, producir y vender. Por
tanto, la competencia tecnológica nace de la sabia integración de los tres
elementos antes referidos y eso vendrá facilitado por el desarrollo de unos
procesos de aprendizaje retroalimentados de origen individual o colectivo que
consigan incorporar las diversas corrientes tecnológicas de la empresa. En síntesis,
una competencia sería el fruto de un conjunto de cualificaciones y tecnologías
más que de una única cualificación o tecnología discreta.
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN (TIC’S).
Son muchos los conceptos de ética y
códigos de ética que se han difundido por el mundo, protagonizando la moral y
las concepciones de todos los valores humanos en general. Pero no solo lo
relacionado a temas de ética sino también a temas de seguridad de los sistemas
de información. La inclusión de estos aspectos al campo de la Informática, se
sabe que cobra cada día más importancia, desde el momento en que se abrió paso
la EI como disciplina dentro de las éticas aplicadas y la SI tan importante
para los usuarios en la selección y configuración de los productos y servicios
para sus sistemas.
Se debe ser muy cuidadoso en el
momento de usar la información. Las TICs con sus múltiples áreas de trabajo
contribuyen a superar retos en todas las esferas y otros propios del desarrollo
actual.
Las TICs generan constancia en el
aprendizaje, ya que facilitan un mejor enriquecimiento del conocimiento a
través de la capacitación individual o auto preparación, por lo que es
necesario agotar el pensamiento en la búsqueda de posibilidades de aplicación
que ellas nos ofrecen, así como en la eliminación de los riesgos que se
presentan ante el uso de estas nuevas tecnologías, puesto que en muchos de los
servicios que brinda no existen fronteras para la información.
Es necesario además reaccionar de
forma activa y positiva ante las dudas que han surgido por el desarrollo
ininterrumpido de las TICs, ya que son vías de comunicación para establecer la
cooperación y la colaboración entre los usuarios, con notable efecto en la
socialización del conocimiento. Con ellas se nos presenta al mismo tiempo mucha
información disponible y uso inadecuado de los recursos y herramientas; por
tanto, el peligro de difundir ideas falsas, conceptos erróneos y propagar
códigos maliciosos es muy alto, de ahí que la ética y la seguridad informática
deben estar siempre presentes en los sistemas de información.
El poder hacer uso de las TICs en la
vida cotidiana y su despliegue rápido en el mundo virtual ha despertado la
agresividad, el egoísmo, la insensibilidad y muchos otros problemas sociales
que cada vez se intensifican más en el mundo de la informática. Todo esto ha
tenido lugar debido a que los organismos que pueden frenar tal situación o
luchar para que se cumpla el Reglamento y las medidas establecidas que garantizan
su erradicación, no tienen su avance a la misma velocidad.
Es importante decir que se piensa que
existe una voluntad en la población por trabajar con consciencia, con la ética
que quisiéramos y que además se puedan sentir plenamente seguros todos los
sistemas de información, pero es indudable que no es así. Aún queda mucho por
hacer, se deben impulsar nuevas estrategias, monitorear y controlar, conocer
más el intelecto humano y sus expectativas, educar a la población sobre los
conocimientos de la ética y la seguridad en el uso de las tecnologías de la
información y la comunicación (TICs), sabiendo que es un trabajo arduo que
merita paciencia y dedicación, pero que se impone en los momentos actuales del
desarrollo de la Informática.
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS ORGANIZACIONES
Es una filosofía que tiene como pilares fundamentales,
valores éticos y morales y cuya principal incidencia se manifiestan en nuestros
actos y de qué manera estos pueden afectar o dañar a otra persona o a un determinado
entorno social.
La Responsabilidad Social en
las organizaciones conduce a estas mismas a desarrollar una visión integral de
futuro, en la que no sólo está incorporada la comunidad y sus trabajadores
sobre la cual se asientan, sino también su país o su sociedad. Es necesaria una
nueva forma de organización que promueva el liderazgo internamente, a los fines
de que los mismos contribuyan a reforzar la misión que se traza la organización
y logren la descentralización de los niveles de autoridad con el fin de
perfeccionar los niveles de productividad y competitividad empresarial. Sus
alcances llegan al compromiso que debe tener y manifestar las organizaciones en
términos de responsabilidad tributarias, de medios de comunicación, de derechos
humanos así como de la mejora de la calidad de vida de los propios empleados.
LA
INCORPORACIÓN DE LAS REDES SOCIALES
COMO HERRAMIENTA ESTRATÉGICA
Las redes
sociales son estructuras sociales compuestas de grupos de personas, las
cuales están conectadas por uno o varios tipos de relaciones, tales como
amistad, parentesco, intereses comunes o que comparten conocimientos. La
investigación multidisciplinar ha mostrado que las redes sociales operan en
muchos niveles, desde las relaciones de parentesco hasta las relaciones de
organizaciones a nivel estatal (se habla en este caso de Redes políticas),
desempeñando un papel crítico en la determinación de la agenda política y el
grado en el cual los individuos o las organizaciones alcanzan sus objetivos o
reciben influencias. La red social también puede ser utilizada para medir el
capital social (es decir, el valor que un individuo obtiene de los recursos
accesibles a través de su red social). Estos conceptos se muestran, a menudo,
en un diagrama donde los nodos son puntos y los lazos, líneas. Red social
también se suele referir a las plataformas en Internet. Las redes sociales de
internet cuyo propósito es facilitar la comunicación y otros temas sociales en
el sitio web.
En cuanto a la incorporación de las redes sociales damos como ejemplo, el Capital Humano que es un factor
fundamental para cumplir con los objetivos que persigue la organización, por
tal motivo el proceso de búsqueda y selección del personal es clave, el 32% de
las empresas utilizan las Redes Sociales como medio de Reclutamiento y
Selección, con la información que se encuentra en las redes sociales las
empresas pueden elaborar una lista de los candidatos que se adecuan al puesto,
en un periodo corto de tiempo. Así mismo, las Redes Sociales han tomado fuerza
como herramienta de comunicación interna, permite obtener y difundir
información de manera inmediata, a un número amplio de personas, el 11% las
utiliza como medio de colaboración y para la coordinación de actividades y
eventos. La incorporación de las Redes Sociales a las
actividades de la organización, seguirá avanzando, debe incluir la
participación del empleado,
pero debe trabajarse de manera directa con los líderes de alto nivel para crear
una cultura que apoye al cambio.
LA
RESILIENCIA Y SU RELACIÓN CON LAS TECNOLOGÍAS.
La
"Resiliencia" tiene su origen en el latín en el término
"Resilio", que significa volver atrás, volver en un salto, rebotar.
Claramente el término fue adaptado a las Ciencias Sociales para caracterizar a
los sujetos que a pesar de haber nacidos y vivir en situaciones de adversidad,
se desarrollan psicológicamente sanos y exitosos. En la misma línea de esta
definición, se puede agregar que la resiliencia no sólo es un fenómeno que lo
observamos a nivel individual, sino que podemos hablar de familias resilientes,
y grupos y comunidades con características resilientes. Así entonces la podemos
definir como "Una capacidad universal que permite a una persona, grupo o
comunidad prevenir, minimizar o superar los efectos perjudiciales de la
adversidad (The International Resilience Project, Canadá 1996).
En psicología,
el término resiliencia refiere a
la capacidad de los sujetos para sobreponerse a tragedias
o períodos de dolor emocional. Cuando un sujeto o grupo humano es capaz
de hacerlo, se dice que tiene resiliencia adecuada, y puede sobreponer a contratiempos
o, incluso, resultar fortalecido por los mismos.
Por otro lado la Psicología define este término de
resiliencia como la capacidad de
una persona de hacer las cosas bien pese a las condiciones de vida
adversas, a las frustraciones,
superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado, en otros
términos recuperarse y
acceder a una vida significativa y productiva para sí y para la sociedad en la
que está inserto
Algunos
autores definen a la Resiliencia como la capacidad de respuesta inherente al
ser humano, a través del cual se generan respuestas adaptativas frente a
situaciones de crisis o de riesgo. Esta capacidad deriva de la existencia de
una reserva de recursos internos de ajuste y afrontamiento, ya sean innatos o
adquiridos. El mundo de las organizaciones y empresas se está volviendo
rápidamente más interconectado, impredecible y volátil, y, a su vez, las consecuencias
de los eventos externos tienen mayor impacto y trascendencia. Si se responde
demasiado tarde o de manera inapropiada, más que nunca, se pone en riesgo la
sostenibilidad de la organización.
La resiliencia
en los términos descritos provee una nueva fuente de conocimiento y práctica
para entender y enfrentar ciertos procesos o eventos particulares de la vida
empresarial, tales como:
- Procesos de cambio organizacional y cultural, en los cuales se pone a prueba la capacidad tanto individual como grupal para enfrentar estos retos.
- Procesos de compra, venta, fusión, en los cuales la confluencia, contradicción y dispersión de intereses personales y grupales se ponen a prueba.
- Procesos de adaptación a demandas del mercado, que conlleven cambios en las prácticas tradicionales.
- Procesos de reducción o de reasignación de personal. Aquí es importante destacar cómo algunas empresas de alguna manera han utilizado el concepto de resiliencia y sus atributos como marco de referencia, tanto en las intervenciones individuales como grupales.
Es importante
destacar que cuando se ha hablado de la adaptación al cambio, en la mayoría de
los casos se ha visto desde la óptica exclusivamente de la empresa en cuanto al
resultado que se busca. Desde la óptica del grupo o del individuo se han
estudiado las consecuencias de la adaptación o no adaptación al cambio. La
resiliencia y sus atributos pueden ser un insumo importante para hacer estos
procesos menos traumáticos, más productivos y sobre todo para lograr respuestas
y comportamientos que potencien y enriquezcan dichos procesos y terminar
fortaleciendo tanto a la empresa como a sus colaboradores.
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